Percepción Espacial
Habilidad Cognitiva
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La Percepción espacial es la capacidad que tiene el ser humano de ser consciente de su relación con el entorno en el espacio que nos rodea y de nosotros mismos. La percepción espacial está formada por dos procesos:
- Procesos exteroceptivos: Los procesos que construyen representaciones sobre nuestro espacio a través de los sentidos (el entorno que nos rodea).
- Procesos interoceptivos: Los procesos que construyen representaciones sobre nuestro cuerpo, como la posición o la orientación (nuestra postura y lo relativo a nuestro cuerpo).
Cuando hablamos de percepción espacial, normalmente se entiende por “espacio” aquello que nos rodea: objetos, elementos, personas, etc. No obstante, el espacio también constituye parte de nuestro pensamiento, ya que es ahí donde reunimos todos los datos de nuestra experiencia vivida.
Una buena percepción espacial nos permite comprender la disposición de nuestro entorno y nuestra relación con él. La percepción espacial también consiste en comprender la relación de los objetos cuando existe un cambio de posición en el espacio. Nos ayuda a pensar en dos y tres dimensiones, lo que nos permite visualizar los objetos desde distintos ángulos y reconocerlos independientemente de la perspectiva desde la que la veamos.
Para llevar a cabo una buena información sobre las propiedades del entorno, el ser humano usa dos sistemas.
- Sistema visual: En la retina del ojo, se encuentran los receptores visuales, que son los encargados de aportar la información que reciben de la superficie, es decir, de lo que la persona está viendo.
- Sistema táctil- kinestésico: Se encuentra situado alrededor del cuerpo de una persona y proporciona información relacionada con la posición de las numerosas partes del cuerpo, del desplazamiento de los miembros del cuerpo y de la superficie física encontrada en lo que se observa, como la velocidad y la rigidez, entre otras.
Las características más destacadas de esta habilidad cognitiva es que permite la capacidad de percibir el entorno a partir de tamaños, formas, distancias, etc. Gracias a ella podemos reproducir mentalmente los objetos, tanto en 2D como en 3D y permite poder anticiparnos a los cambios que existan en el espacio.
La percepción espacial es importante y útil desde que somos pequeños, constantemente estamos empleando esta habilidad cognitiva. Por ejemplo: Cuando caminamos, nos vestimos o incluso cuando dibujamos. En otro caso, por ejemplo, la percepción espacial, constantemente nos previene de chocar con los objetos que nos rodean. Cuando estamos conduciendo, procuramos no salirnos de las lineas blancas que dividen los carriles o de no subir las ruedas al bordillo cuando aparcamos. En estos momentos, tenemos en cuenta la distancia, la posición y las dimensiones de las cosas respecto a nosotros. Incluso, cuando queremos llegar a un lugar que no hemos visitado antes, debemos tratar de orientarnos, y para ello necesitamos de esta habilidad.
Cuando desarrollamos la percepción espacial, desarrollamos una conciencia de la ubicación de las cosas que nos rodean. Para ello, es fundamental entender la ubicación de los objetos, los conceptos de distancia, velocidad y colocación (arriba, abajo, encima, debajo…).
Esta habilidad cognitiva está muy relacionada con el lóbulo parietal derecho. No obstante, también tiene un papel nuclear en otras capacidades más prototípicas del hemisferio izquierdo, como el cálculo matemático y la lectura.
Ejemplos de percepción espacial
- Decides visitar la nueva cafetería en el centro comercial. Al llegar, echas un vistazo al plano, percibes la ubicación de la cafetería. Para la interpretación de mapas y símbolos en dos dimensiones necesitamos la percepción espacial.
- Necesitamos la percepción espacial para ordenar cajas, libros o diferentes objetos en un lugar, como una estantería o maletero, ya que mentalmente realizamos combinaciones de las posibles posiciones y elegimos la opción que mejor se adapte a lo que necesitas.
- A la hora de tomar un camino o una dirección, debemos ser capaces de escoger la perspectiva que más encaje a lo que necesitamos. Para ello necesitamos orientarnos de alguna de las dos formas que existen: orientación cartesiana, basada en el uso de los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste) o usar el sistema de punto de referencia. Elegir un objeto como un árbol, una casa u otros como referencia para volver al sitio que necesitamos.
Patologías y trastornos asociados a problemas en la percepción espacial
Es normal que a veces no midamos correctamente las distancias, nos cueste comprender un mapa o nos equivoquemos al ubicar un objeto en nuestro entorno. No obstante, cuando se daña severamente la percepción espacial, se imposibilita la realización de la mayoría de las actividades de nuestro día a día ya que, en mayor o menor medida, requieren que interactuemos físicamente o mentalmente con nuestro entorno. Un déficit en la percepción espacial va a conllevar una reducción de la eficiencia en cualquier actividad.
La percepción espacial se puede ver alterada en muchos trastornos. Si la percepción espacial no es lo suficientemente buena, seríamos incapaces de situarnos, movernos, orientarnos, tomar decisiones múltiples, analizar situaciones y representaciones de nuestro entorno y la relación de nuestro cuerpo con él. Una alteración de la percepción espacial puede hacer que no comprendamos físicamente nuestro entorno (que nos choquemos con los muebles, pues no medimos bien las distancias), que no seamos capaces de entender un mapa, que no sepamos cómo llegar de un sitio a otro, que se altere la comprensión de todos los conceptos espaciales, que tengamos dificultades en la lectura, que se altere nuestra percepción viso-espacial y nuestra capacidad viso-constructiva, etc. Podemos encontrar problemas de percepción espacial en trastornos del desarrollo como el autismo, asperger, parálisis cerebral (donde existe una falta de conocimiento adecuada del cuerpo para poder percibir los estímulos del espacio y poder organizarlos e interpretarlos en un todo), en daño cerebral (ictus y traumatismo craneoencefálico), enfermedades neurodegenerativas (como la enfermedad de Alzheimer u otras demencias) o la esquizofrenia.
¿Cómo medir y evaluar la percepción espacial?
La percepción espacial nos permite realizar muchas de las actividades de nuestro día a día. Nuestra capacidad para movernos eficientemente por nuestro entorno va a depender de nuestra percepción espacial. Así, evaluar nuestra percepción espacial puede ser de gran ayuda en diferentes ámbitos de la vida: en ámbitos escolares (saber si un niño va a tener problemas para hacer deporte, leer o realizar cálculos), en ámbitos clínicos (saber si un paciente va a poder conducir u orientarse solo por la calle) o en ámbitos profesionales (saber si una persona está capacitada para emplear maquinaria pesada o desenvolverse por las calles, como sería el caso de un taxista o un repartidor).
A través de una evaluación neuropsicológica completa podemos valorar de una manera eficaz y fiable las diferentes habilidades cognitivas, como la percepción espacial. El test que ofrece CogniFit para evaluar la percepción espacial está inspirada en los tests clásicos Torre de Londres (TOL), Hooper Visual Organisation Task (VOT), Memory Malingering (TOMM) y en las pruebas de dígitos directos e indirectos de la Wechsler Memory Scale (WMS). Además de la percepción espacial, el test también mide inhibición y flexibilidad cognitiva.
- Test de Programación VIPER-PLAN: Consiste en sacar una bola de un laberinto en el menor número de movimientos posibles y tan rápido como se pueda.
- Test de Concentración VISMEM-PLAN: Aparecerán estímulos posicionados en la pantalla y distribuidos de manera alternativa. Siguiendo un orden, los estímulos se irán iluminando junto con la aparición de un sonido hasta completar la serie. Durante la presentación, hay que prestar atención tanto a los sonidos como a las imágenes iluminadas. En el turno del usuario, habrá que recordar el orden de la presentación de los estímulos en el momento oportuno para reproducirlos en el mismo orden que hayan sido presentados.
¿Cómo rehabilitar o mejorar la percepción espacial?
Todas las habilidades cognitivas, incluida la percepción espacial, pueden ser entrenadas para mejorar su rendimiento. En CogniFit ofrecemos la posibilidad de hacerlo de manera profesional.
La plasticidad cerebral es la base de la rehabilitación de la percepción espacial y de las demás capacidades cognitivas. CogniFit dispone de una batería de ejercicios diseñados para rehabilitar los déficits en la percepción espacial y otras funciones cognitivas. El cerebro y sus conexiones neuronales se fortalecen con el uso de las funciones que dependen de éstos. De modo que, si ejercitamos frecuentemente la percepción espacial, las conexiones cerebrales de las estructuras implicadas en la percepción se fortalecerán. Así, cuando nuestros ojos envíen información espacial al cerebro y éste la procese, las conexiones serán más rápidas y eficientes, mejorando nuestra percepción espacial.
CogniFit está formado por un completo equipo de profesionales especializados en el estudio de la plasticidad sináptica y procesos de neurogénesis. Esto ha permitido la creación de un programa de estimulación cognitiva personalizado para las necesidades de cada usuario. Este programa da comienzo por una precisa evaluación de la percepción espacial y otras funciones cognitivas fundamentales. En base a los resultados de la evaluación, el programa de estimulación cognitiva de CogniFit ofrece de forma automatizada un entrenamiento cognitivo personalizado para fortalecer la percepción y otras funciones cognitivas que se consideren necesarias según la evaluación.
Es imprescindible llevar a cabo un entrenamiento constante y apropiado para mejorar la percepción espacial. CogniFit dispone de herramientas de evaluación y de rehabilitación para optimizar esta función cognitiva. Para una correcta estimulación son necesarios 15 minutos al día, dos o tres días a la semana.
Se puede acceder al programa de estimulación cognitiva de CogniFit mediante internet. Hay gran variedad de actividades interactivas, en forma de divertidos juegos mentales, que pueden realizarse mediante ordenador. Al finalizar cada sesión, CogniFit mostrará un detallado gráfico con el avance del estado cognitivo.
Referencias
Peretz C, AD Korczyn, E Shatil, V Aharonson, Birnboim S, N. Giladi - Basado en un Programa Informático, Entrenamiento Cognitivo Personalizado versus Juegos de Ordenador Clásicos: Un Estudio Aleatorizado, Doble Ciego, Prospectivo de la Estimulación Cognitiva - Neuroepidemiología 2011; 36:91-9.
Korczyn dC, Peretz C, Aharonson V, et al. - El programa informático de entrenamiento cognitivo CogniFit produce una mejora mayor en el rendimiento cognitivo que los clásicos juegos de ordenador: Estudio prospectivo, aleatorizado, doble ciego de intervención en los ancianos. Alzheimer y Demencia: El diario de la Asociación de Alzheimer de 2007, tres (3): S171
Shatil E, Korczyn dC, Peretzc C, et al. - Mejorar el rendimiento cognitivo en pacientes ancianos con entrenamiento cognitivo computarizado - El Alzheimer y a Demencia: El diario de la Asociación de Alzheimer de 2008, cuatro (4): T492.