Exploración visual
Una capacidad fundamental de nuestro sistema visual para nuestra vida diaria
Accede a una completa batería de pruebas cognitivas para evaluar la exploración visual
Identifica y evalúa la presencia de alteraciones o déficits
Estimula el escaneo visual y otras habilidades cognitivas
La exploración visual, rastreo visual o escaneo visual se puede definir como la capacidad para buscar activamente la información relevante de nuestro entorno, de manera rápida y eficiente. Es decir, el rastreo visual es lo que nos permite dar con aquello que queremos encontrar con la mirada. Esta función es de gran importancia, pues la usamos en una gran cantidad de situaciones cotidianas.
El rastreo visual es una función de la percepción visual dirigida por la atención que nos permite detectar y reconocer estímulos visuales. Cuando queremos encontrar algo en nuestro entorno, se lleva a cabo por una cadena de procesos interrelacionados:
- Atención focalizada y selectiva: Para detectar un estímulo objetivo, necesitamos atenderlo. La atención focalizada hace referencia a la capacidad de centrar nuestra atención en un estímulo. En cambio, la atención selectiva consiste en la capacidad de atender a un estímulo ante la presencia de otros distractores. Esto, junto a la flexibilidad cognitiva, permite que nos desenganchemos del estímulo que estamos observando, desplacemos la mirada obviando los estímulos irrelevantes, y la volvamos a fijar en otro posible estímulo de interés.
- Percepción visual: Nos permite distinguir, identificar e interpretar formas, colores y luces. En este paso damos un sentido a aquella información que captamos mediante los ojos.
- Reconocimiento: La información visual percibida se compara con los conocimientos previos y se comprueba si ya se conocía dicha información.
- Rastreo visual: Realizamos movimientos oculares a lo largo de todo nuestro campo visual, o de la parte de mismo que nos interesa. En cada uno de los barridos oculares que realizamos, tratamos de cotejar aquello que vemos con lo que estamos buscando. Detendremos el barrido en cuanto reconozcamos la información que estamos buscando.
Si se altera cualquiera de estos procesos, seremos incapaces de encontrar nada mediante la visión, ya sea porque no demos con el estímulo (mala atención), no distingamos el estímulo del resto del entorno (mala percepción), no reconozcamos el estímulo como tal (mal reconocimiento) o no hagamos unos movimientos oculares adecuados (mala exploración visual).
La práctica y el entrenamiento cognitivo puede mejorar nuestro rastreo visual.
Ejemplos de rastreo visual
- Existe una multitud de puestos de trabajo donde hacemos uso de nuestro escaneo visual. Los policías y militares tienen que detectar objetivos rápidamente con mucha presión. Los dependientes de las tiendas necesitan encontrar aquellos productos mal colocados o clientes que necesiten ayuda. Las personas que se dedican a las relaciones públicas deben hacer un buen uso de la exploración visual para captar posibles clientes. En general, cualquier trabajo que conlleve algún componente visual, van a requerir un buen escaneo visual.
- Cuando un alumno atiende en clase, ya sea a la pizarra, a una presentación o a un libro, es importante realizar un buen rastreo visual. Sería nefasto para nuestro aprendizaje no encontrar aquello de lo que se habla en clase cada vez que alternamos la vista entre nuestro libro o cuaderno y la pizarra.
- Al conducir, miramos constantemente a la carretera. Al hacerlo, exploramos con la mirada el terreno y detectamos al resto de vehículos, a las señales de tráfico y a las imperfecciones de la carretera. Una mala exploración visual podría llevarnos a no detectar un vehículo durante un adelantamiento y provocar un accidente grave.
- El escaneo visual tiene un papel muy importante en el mundo deportivo. En una gran variedad de deportes es necesario detectar de manera ágil y precisa estímulos relevantes (compañeros de equipo, rivales, una pelota, una portería, etc.). Si queremos pasar el balón a un compañero, tendremos que hacer un rastreo visual para ubicarle en el terreno de juego, teniendo en cuenta que cada segundo cuenta.
Patologías y trastornos asociados a problemas en el rastreo visual
Que de vez en cuando nos cueste encontrar el mando de la televisión o las llaves no implica necesariamente una patología. No obstante, un déficit en el rastreo visual puede llevarnos, incluso, a no detectar los estímulos más evidentes, con el peligro que eso conlleva. Un problema en el rastreo visual puede dificultar muchas de nuestras actividades cotidianas.
Puede darse una alteración del rastreo visual en diversos trastornos. Uno de los trastornos donde el rastreo visual se ve más afectado es la heminegligencia, que consiste en la incapacidad de atender a un hemicampo visual (incapacidad de detectar los objetos que, por ejemplo, quedan al lado izquierdo). No obstante, problemas en la percepción o el procesamiento visual, como una anopsia o una ceguera, también va a alterar el escaneo visual. Además, un fallo en el reconocimiento de los estímulos, como ocurre en la agnosia, podría dificultar la exploración visual. Finalmente, un problema en los músculos oculomotores o en la estrategia llevada a cabo para dar con el objetivo, conllevaría un deterioro del rastreo visual.
¿Cómo medir y evaluar el rastreo visual?
El rastreo visual nos permite realizar correcta y rápidamente muchas de nuestras actividades cotidianas. Así, evaluar el rastreo visual puede ser de gran ayuda en diferentes ámbitos de la vida: en ámbitos académicos (saber si algún alumno va a presentar dificultades para detectar en la pizarra aquello de lo que se está hablando), en ámbitos clínicos (saber si un paciente va a presentar dificultades para dar con su medicación, conducir o desenvolverse en su día a día) o en ámbitos profesionales (saber si un camionero puede desempeñar bien su trabajo, o si un profesional armado va a ser capaz de emplear bien sus herramientas).
Mediante una completa evaluación neuropsicológica podemos medir de una manera eficaz y fiable las diferentes habilidades cognitivas, como el rastreo visual. El test que ofrece CogniFit para evaluar el rastreo visual está basado en los tests clásicos Continous Performance Test (CPT), el Test pf Memory Malingering (TOMM), la Hooper Visual Organisation Task (VOT), en el Variables of Attention (TOVA) y en el Torre de Londres (TOL). Además de rastreo visual, el test también mide tiempo de respuesta, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo y percepción espacial, percepción visual, planificación, coordinación ojo-mano y atención focalizada.
- Test de resolución REST-SPER: Aparecen en la pantalla numerosos estímulos en movimiento. Habrá que pinchar en los estímulos objetivo tan rápido como sea posible, pero evitando pinchar en los estímulos intrusos.
- Test de programación VIPER-PLAN: Consiste en sacar una bola de un laberinto en el menor número de movimientos posibles y tan rápido como se pueda.
- Test de rastreo WOM-REST: Aparecen tres objetos en la pantalla. Primero habrá que recordar el orden de presentación de los tres objetos tan rápido como sea posible. Posteriormente, aparecerán cuatro series de tres objetos, algunos de ellos diferentes a los presentados, y habrá que detectar la secuencia inicial en el mismo orden.
- Test de Celeridad REST-HECOOR: Aparece en la pantalla un cuadrado azul. Habrá que pulsar tan rápido como sea posible el botón situándose dentro del cuadrado. Cuantos más veces se pulse el botón en el tiempo disponible, mejor resultado se obtendrá.
- Test de exploración SCAVI-REST: Hay que encontrar lo antes posible la letra objetivo (que aparece a la izquierda de la pantalla) en la matriz de letras. Conforme acumules una cantidad de aciertos, la letra objetivo irá variando.
¿Cómo rehabilitar o mejorar el rastreo visual?
Todas las habilidades cognitivas, incluido el rastreo visual, pueden ser entrenadas para mejorar su rendimiento. En CogniFit ofrecemos la posibilidad de hacerlo de manera profesional.
La plasticidad cerebral es la base de la rehabilitación del rastreo visual y de las demás capacidades cognitivas. CogniFit dispone de una batería de ejercicios diseñados para rehabilitar los déficits en el rastreo visual y otras funciones cognitivas. El cerebro y sus conexiones neuronales se fortalecen con el uso de las funciones que dependen de éstos. De modo que, si ejercitamos frecuentemente el rastreo visual, las conexiones cerebrales de las estructuras implicadas en esta capacidad se fortalecerán.
CogniFit está formado por un completo equipo de profesionales especializados en el estudio de la plasticidad sináptica y procesos de neurogénesis. Esto ha permitido la creación de un programa de estimulación cognitiva personalizado para las necesidades de cada usuario. Este programa da comienzo por una precisa evaluación del rastreo visual y otras funciones cognitivas fundamentales. En base a los resultados de la evaluación, el programa de estimulación cognitiva de CogniFit ofrece de forma automatizada un entrenamiento cognitivo personalizado para fortalecer el rastreo visual y otras funciones cognitivas que se consideren necesarias según la evaluación.
Es imprescindible llevar a cabo un entrenamiento constante y apropiado para mejorar el rastreo visual. CogniFit dispone de herramientas de evaluación y de rehabilitación para optimizar esta función cognitiva. Para una correcta estimulación son necesarios 15 minutos al día, dos o tres días a la semana.
Se puede acceder al programa de estimulación cognitiva de CogniFit mediante internet. Hay gran variedad de actividades interactivas, en forma de divertidos juegos mentales, que pueden realizarse mediante ordenador. Al finalizar cada sesión, CogniFit mostrará un detallado gráfico con el avance del estado cognitivo.